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El Tiempo en Madrid
La ciudad de Madrid se encuentra en la zona central de la Península Ibérica, a pocos kilómetros al norte del Cerro de los Ángeles, centro geográfico de ésta. Las coordenadas de la ciudad son y su altura media sobre el nivel del mar es de 667 m, siendo así una de las capitales más altas de Europa.
El contexto geográfico y climático de Madrid es el de la Submeseta Sur, dentro de la Meseta Central. La ciudad está situada a pocos kilómetros de la Sierra de Guadarrama e hidrográficamente se encuentra emplazada en la cuenca del Tajo.
El principal río de Madrid es el Manzanares, que penetra en el municipio en el entorno del Monte de El Pardo
alimentando el embalse del mismo nombre, al que también llegan las
aguas de los arroyos de Manina y Tejada. Pasado este espacio natural, el
río comienza su curso urbano en torno a la ciudad universitaria,
entrando después, brevemente, en la Casa de Campo, donde recibe las
aguas del arroyo de Meaques.
En este tramo más propiamente urbano, hacia el puente del Rey,
recibía las aguas de arroyo Leganitos (su vaguada es el paseo de San
Vicente), luego la de otro arroyo que discurría por la Calle de Segovia,
y más adelante las aguas del arroyo de la Fuente Castellana (la fuente
estaba situada en los llamados Altos del Hipódromo, hacia donde está el
actual Museo Nacional de Ciencias Naturales, y la vaguada del arroyo discurría por el actual eje Castellana-Prado).
En su siguiente tramo sirve de frontera entre numerosos distritos, dejando en su margen suroeste a los de Latina, Carabanchel, Usera y Villaverde y en el noreste a los distritos Centro, Arganzuela, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas
y al resto de la ciudad. En esta fase, concretamente entre los
distritos de Arganzuela y Puente de Vallecas, recibe el cauce del
soterrado arroyo Abroñigal, cuyo recorrido coincide en su casi totalidad al de la autopista M-30, al usarse la depresión causada por su cauce como medida de insonorización de la vía rápida; también recibe las aguas del arroyo Butarque, éstas en torno al distrito de Villaverde.
A su salida de la ciudad de Madrid, el río entra en el extremo oriental del municipio de Getafe, donde recibe las aguas del arroyo Culebro, para desembocar poco después en las aguas del río Jarama, ya en el entorno de Rivas-Vaciamadrid.
Además de los que desaguan en el Manzanares, existen otros pequeños
cursos fluviales en la ciudad de Madrid y en su entorno. Es el caso de
arroyos de la Moraleja, de la Vega, Valdelamasa o Viñuelas, que desaguan
directamente en el Jarama o del arroyo Cedrón, que lo hace en el río Guadarrama.
Madrid es la capital de España y de la Comunidad de Madrid, comunidad autónoma uniprovincial. También conocida como la Villa y Corte, es la ciudad más grande y poblada del país, alcanzando oficialmente y según el padrón de habitantes a 1 de enero de 2011 los 3.293.601 habitantes en su municipio, y la corrección a final de año del ayuntamiento, cifra oficiosa hasta ser aprobada en el congreso a finales de ese año es de 3.294.110, mientras que la cifra de población incluida su área metropolitana asciende a 6.543.031 habitantes según AUDES, siendo por ello la tercera ciudad más poblada de la Unión Europea —por detrás de Berlín y Londres — y la tercera área metropolitana, por detrás de las de París y Londres.
Los orígenes de la ciudad son objeto de revisión tras recientes hallazgos de enterramientos visigodos así como de restos que se remontan a los carpetanos o periodo prerromano. Las excavaciones arqueológicas también arrojan restos romanos, atribuyéndose al Madrid romano. Estos hallazgos de época visigoda han venido a confirman que el posterior asentamiento fortificado musulmán de Maǧrīţ (del siglo IX) se había asentado sobre un vicus visigodo del siglo VII llamado Matrice o matriz, arroyo. (AFI [maʤriːtˁ]),
No sería hasta el siglo XI que Madrid es incorporado a la Corona de Castilla, tras su conquista (o reconquista) por Alfonso VI de León y Castilla en 1083. Es designada como sede de la Corte por Felipe II en 1561, convirtiéndose en la primera capital permanente de la monarquía española. Desde el Renacimiento hasta la actualidad ha sido, capital de España y sede del Gobierno y la Administración del Estado, salvo un breve intervalo de tiempo entre los años de 1601 y 1606 en los que la capitalidad pasó temporalmente a Valladolid así como durante la Guerra Civil, cuando el Gobierno se trasladó primero a Valencia y después a Barcelona.
La capitalidad,
con sus efectos espaciales, funcionales y fisonómicos, constituye el
hecho diferencial de Madrid en relación con el resto de ciudades
españolas, lo que, por el contrario, la acerca a otras capitales
europeas, como París, Londres o Berlín. Es evidente que el devenir de la ciudad y su conversión en una gran ciudad metrópoli
está indisolublemente unido a la institución de la capitalidad, pero,
además de sus consecuencias metropolitanas, el hecho le confiere un
carácter distintivo a la ciudad, que la hace diferente al que poseen
otras grandes ciudades no capitales.
A pesar de que desde aproximadamente el 12 de junio de 1561 (450 años) el establecimiento de manera permanente de la Corte en Madrid otorgara a la Villa la condición de capital (de la Monarquía Católica y del Imperio español), el reconocimiento jurídico de la función de capitalidad hubo de esperar más tiempo. Hasta 1931, con el advenimiento de la Segunda República Española, no se oficializa constitucionalmente este hecho, posteriormente también sancionado en la Constitución de 1978. Sin embargo, no fue hasta 2006 cuando se promulgó una ley, la Ley de Capitalidad y Régimen Especial de Madrid, por la que el Parlamento desarrolló legislativamente las consecuencias de este hecho diferencial.
Los símbolos de la Villa de Madrid son la bandera carmesí propia de los ayuntamientos castellanos y el escudo tradicional con el oso y el madroño, tocado con corona real antigua, según el actual reglamento de Protocolo y Ceremonial del Ayuntamiento de Madrid.
Aunque siempre se habla del «oso y el madroño», antiguamente era una
osa. Así mismo el madroño no era identificado como tal, sino era un
árbol con frutos rojos, hasta que los frutos del madroño sirvieron para
curar una plaga que asoló la ciudad. Desde entonces se identificó el
árbol como madroño. Cuando Carlos I solicita mejorar el escudo de la
Villa dice «Al blasón de este Concejo, que lleva una osa e un madroño en
campo blanco, se sirva Vuestra Majestad otorgar que lleve una corona
dentro del escudo, o una orla azul con siete estrellas de ocho rayos, en
señal del claro y extendido cielo que cubre esta Villa».
Durante un tiempo el escudo de Madrid tuvo un dragón, aunque algunos
expertos señalan que era una culebrilla alada o un grifo dorado. El
historiador López de Hoyos cuenta en 1546 que durante unas obras de las
murallas «derribaron cosas y casas y entre ellas había un piedra
berroqueña labrada que estaba en lo más alto de la muralla en que
figuraba un espantable dragón, el cual traían por armas los griegos
usándolas en sus banderas». A partir de entonces muchos escudos en
Madrid tenían Dragones. El escudo oficial de 1859 tenía oficialmente un
grifo dorado que parecía un dragón.
En 2004 la corporación municipal adoptó un logotipo
basado en el escudo de la villa, en línea de color azul claro, que es
utilizado en los documentos internos y de comunicación externa.
El primer nombre documentado es el que tuvo en época andalusí, مجريط Maǧrīţ (AFI [maʤriːtˁ]), que dio en castellano antiguo Magerit [maʤeˈɾit]), sobre cuyo origen se han formulado a lo largo de la historia multitud de hipótesis.
La teoría más extendida hasta tiempos recientes era la del arabista Jaime Oliver Asín, quien afirmó en 1959 que Maŷriţ o Maǧrīţ (ŷ y ǧ son dos formas de representar el mismo sonido), deriva de maǧra, que significa «cauce» o lecho de un río, a la que se añadió el sufijo romance -it, del latín -etum
que indica abundancia (los híbridos árabe-romance fueron frecuentes en
al-Ándalus). En un primer momento, Oliver Asín afirmó sin embargo que el
nombre actual de Madrid no procede de Maǧrīţ sino del romance mozárabe, Matrice, pronunciado Matrich
con el significado de «matriz» o «fuente». Los dos topónimos, árabe y
romance, según la hipótesis inicial de Oliver, coexistieron en el tiempo
y eran utilizados por sendas poblaciones, musulmana y cristiana, que
vivían respectivamente en los actuales cerros de la Almudena y las
Vistillas, separados por un arroyo que discurría por la actual calle de
Segovia, que es el que da origen a ambos nombres. Oliver fue más allá,
afirmando que de estas dos poblaciones procede la denominación popular
«Los Madriles», en plural, que se le da a la ciudad. Sin embargo, poco
después Oliver se desdijo de esta teoría del nombre doble y afirmó
simplemente que el nombre de Madrid procede del árabe Maǧrīţ. El lingüista Joan Coromines propuso en 1960 una teoría alternativa, apuntando que Maǧrīţ no es en realidad más que la arabización fonética de Matrich, con metátesis de ǧ y ţ y no tiene por qué relacionarse con la palabra árabe maǧra,
posibilidad que ya apuntó Oliver Asín pero que descartó por razones no
exclusivamente lingüísticas. Esta teoría la desarrolló más adelante el
arabista y lingüista Federico Corriente y es la más extendida en la actualidad.
Los orígenes de la ciudad son objeto de revisión tras los recientes
hallazgos, en su perímetro más antiguo, de enterramientos visigodos así
como de restos que se remontan a los carpetanos o periodo prerromano.
Las excavaciones arqueológicas en el término municipal también arrojan
restos romanos en diferentes distritos de la ciudad moderna,
atribuyéndose al Madrid romano, y en base a los restos encontrados
durante las obras de soterramiento de la autopista M-30, una
localización a orillas del río Manzanares en el área de influencia del
Puente de Segovia, en el entorno hoy ocupado por el Parque de Atenas, la
parte baja de la Calle de Segovia y el Paseo de la Virgen del Puerto.
El Madrid romano no se situaría por tanto en el posterior enclave en
altura del periodo visigodo para situarse en el valle del Manzanares, a
escasos metros de donde se documentan los referidos restos visigodos, en
la colina formada por los actuales Palacio Real y Catedral. Estos
recientes hallazgos de época visigoda han venido a confirmar las teorías
de varios autores que sostuvieron que el posterior asentamiento
fortificado musulmán de Maǧrīţ (del siglo IX) se había asentado sobre un vicus visigodo del siglo VII llamado Matrice o matriz, arroyo. (AFI [maʤriːtˁ]),
No sería hasta el siglo XI que Madrid es incorporado a la Corona de
Castilla, tras su conquista (o reconquista, si tenemos en cuenta el
pasado visigodo) por Alfonso VI de León y Castilla en 1083.
Es a partir de ese momento cuando Madrid comienza un proceso lento pero
constante de crecimiento en extensión, población e influencia, que
abarca todo el periodo medieval (alta y baja Edad Media) hasta situarse a
fines del siglo XV como una de las principales ciudades de Castilla.
Resultado de este proceso de crecimiento, entre otras razones, sería su
designación como sede de la Corte por Felipe II en 1561,
convirtiéndose en la primera capital permanente de la monarquía
española. Desde ese mismo año de 1561 Madrid experimentó un crecimiento
exponencial en tamaño y población, alcanzando a finales del siglo XIX
más de medio millón de habitantes sobre el suelo de la ciudad
consolidada (ciudad antigua más Ensanche). Madrid, por tanto, ha sido
desde el Renacimiento (siglo XVI) y hasta la actualidad, capital de España y sede del Gobierno y la Administración del Estado, salvo un breve intervalo de tiempo entre los años de 1601 y 1606 en los que la capitalidad pasó temporalmente a Valladolid así como durante la Guerra Civil, cuando el Gobierno se trasladó primero a Valencia y después a Barcelona.
Imagens lindas! Obrigada pela partilha de tão belas imagens
ResponderEliminarfeliz domingo,beijo e uma óptima semana
Carla Granja
http://paixoes-encantos.blogs.sapo.pt/
Belos poemas!
EliminarSaudações da Espanha.
Hola!! Muchas gracias por tu visita y comentario!!! Granada, es preciosa. Creo que ese bar, sigue estándo, aunque no te lo puedo decir con mucha certeza porque hace tiempo que no salgo por allí. Ahora vivo en Sevilla, y estoy más desconectada de Granada. Las fotos de Madrid, son preciosas. Me encanta el Madrid de los Austrias, es una pasada. Un beso fuerte y feliz día! Muak!
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y que te guste el blog.
Saludos