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jueves, 8 de marzo de 2012

Madrid: Capital Imperial (1 de 3)


Bandera de Madrid
Escudo de Madrid
Bandera Prov. y Comunidad de Madrid
Escudo Prov. y Comunidad de Madrid
Bandera de España
Escudo de España






El Tiempo en Madrid

  La ciudad de Madrid se encuentra en la zona central de la Península Ibérica, a pocos kilómetros al norte del Cerro de los Ángeles, centro geográfico de ésta. Las coordenadas de la ciudad son 40°26′N 3°41′O y su altura media sobre el nivel del mar es de 667 m, siendo así una de las capitales más altas de Europa.
  El contexto geográfico y climático de Madrid es el de la Submeseta Sur, dentro de la Meseta Central. La ciudad está situada a pocos kilómetros de la Sierra de Guadarrama e hidrográficamente se encuentra emplazada en la cuenca del Tajo.
  El principal río de Madrid es el Manzanares, que penetra en el municipio en el entorno del Monte de El Pardo alimentando el embalse del mismo nombre, al que también llegan las aguas de los arroyos de Manina y Tejada. Pasado este espacio natural, el río comienza su curso urbano en torno a la ciudad universitaria, entrando después, brevemente, en la Casa de Campo, donde recibe las aguas del arroyo de Meaques.
  En este tramo más propiamente urbano, hacia el puente del Rey, recibía las aguas de arroyo Leganitos (su vaguada es el paseo de San Vicente), luego la de otro arroyo que discurría por la Calle de Segovia, y más adelante las aguas del arroyo de la Fuente Castellana (la fuente estaba situada en los llamados Altos del Hipódromo, hacia donde está el actual Museo Nacional de Ciencias Naturales, y la vaguada del arroyo discurría por el actual eje Castellana-Prado).
  En su siguiente tramo sirve de frontera entre numerosos distritos, dejando en su margen suroeste a los de Latina, Carabanchel, Usera y Villaverde y en el noreste a los distritos Centro, Arganzuela, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas y al resto de la ciudad. En esta fase, concretamente entre los distritos de Arganzuela y Puente de Vallecas, recibe el cauce del soterrado arroyo Abroñigal, cuyo recorrido coincide en su casi totalidad al de la autopista M-30, al usarse la depresión causada por su cauce como medida de insonorización de la vía rápida; también recibe las aguas del arroyo Butarque, éstas en torno al distrito de Villaverde.
  A su salida de la ciudad de Madrid, el río entra en el extremo oriental del municipio de Getafe, donde recibe las aguas del arroyo Culebro, para desembocar poco después en las aguas del río Jarama, ya en el entorno de Rivas-Vaciamadrid.
  Además de los que desaguan en el Manzanares, existen otros pequeños cursos fluviales en la ciudad de Madrid y en su entorno. Es el caso de arroyos de la Moraleja, de la Vega, Valdelamasa o Viñuelas, que desaguan directamente en el Jarama o del arroyo Cedrón, que lo hace en el río Guadarrama.
  Madrid es la capital de España y de la Comunidad de Madrid, comunidad autónoma uniprovincial. También conocida como la Villa y Corte, es la ciudad más grande y poblada del país, alcanzando oficialmente y según el padrón de habitantes a 1 de enero de 2011 los 3.293.601 habitantes en su municipio, y la corrección a final de año del ayuntamiento, cifra oficiosa hasta ser aprobada en el congreso a finales de ese año es de 3.294.110, mientras que la cifra de población incluida su área metropolitana asciende a 6.543.031 habitantes según AUDES, siendo por ello la tercera ciudad más poblada de la Unión Europea —por detrás de Berlín y Londres — y la tercera área metropolitana, por detrás de las de París y Londres.
  Los orígenes de la ciudad son objeto de revisión tras recientes hallazgos de enterramientos visigodos así como de restos que se remontan a los carpetanos o periodo prerromano. Las excavaciones arqueológicas también arrojan restos romanos, atribuyéndose al Madrid romano. Estos hallazgos de época visigoda han venido a confirman que el posterior asentamiento fortificado musulmán de Maǧrīţ (del siglo IX) se había asentado sobre un vicus visigodo del siglo VII llamado Matrice o matriz, arroyo. (AFI [maʤriːtˁ]),
  No sería hasta el siglo XI que Madrid es incorporado a la Corona de Castilla, tras su conquista (o reconquista) por Alfonso VI de León y Castilla en 1083. Es designada como sede de la Corte por Felipe II en 1561, convirtiéndose en la primera capital permanente de la monarquía española. Desde el Renacimiento hasta la actualidad ha sido, capital de España y sede del Gobierno y la Administración del Estado, salvo un breve intervalo de tiempo entre los años de 1601 y 1606 en los que la capitalidad pasó temporalmente a Valladolid así como durante la Guerra Civil, cuando el Gobierno se trasladó primero a Valencia y después a Barcelona. 
  La capitalidad, con sus efectos espaciales, funcionales y fisonómicos, constituye el hecho diferencial de Madrid en relación con el resto de ciudades españolas, lo que, por el contrario, la acerca a otras capitales europeas, como París, Londres o Berlín. Es evidente que el devenir de la ciudad y su conversión en una gran ciudad metrópoli está indisolublemente unido a la institución de la capitalidad, pero, además de sus consecuencias metropolitanas, el hecho le confiere un carácter distintivo a la ciudad, que la hace diferente al que poseen otras grandes ciudades no capitales.
  A pesar de que desde aproximadamente el 12 de junio de 1561 (450 años) el establecimiento de manera permanente de la Corte en Madrid otorgara a la Villa la condición de capital (de la Monarquía Católica y del Imperio español), el reconocimiento jurídico de la función de capitalidad hubo de esperar más tiempo.  Hasta 1931, con el advenimiento de la Segunda República Española, no se oficializa constitucionalmente este hecho, posteriormente también sancionado en la Constitución de 1978. Sin embargo, no fue hasta 2006 cuando se promulgó una ley, la Ley de Capitalidad y Régimen Especial de Madrid, por la que el Parlamento desarrolló legislativamente las consecuencias de este hecho diferencial.
  Los símbolos de la Villa de Madrid son la bandera carmesí propia de los ayuntamientos castellanos y el escudo tradicional con el oso y el madroño, tocado con corona real antigua, según el actual reglamento de Protocolo y Ceremonial del Ayuntamiento de Madrid.
  Aunque siempre se habla del «oso y el madroño», antiguamente era una osa. Así mismo el madroño no era identificado como tal, sino era un árbol con frutos rojos, hasta que los frutos del madroño sirvieron para curar una plaga que asoló la ciudad. Desde entonces se identificó el árbol como madroño. Cuando Carlos I solicita mejorar el escudo de la Villa dice «Al blasón de este Concejo, que lleva una osa e un madroño en campo blanco, se sirva Vuestra Majestad otorgar que lleve una corona dentro del escudo, o una orla azul con siete estrellas de ocho rayos, en señal del claro y extendido cielo que cubre esta Villa».
  Durante un tiempo el escudo de Madrid tuvo un dragón, aunque algunos expertos señalan que era una culebrilla alada o un grifo dorado. El historiador López de Hoyos cuenta en 1546 que durante unas obras de las murallas «derribaron cosas y casas y entre ellas había un piedra berroqueña labrada que estaba en lo más alto de la muralla en que figuraba un espantable dragón, el cual traían por armas los griegos usándolas en sus banderas». A partir de entonces muchos escudos en Madrid tenían Dragones. El escudo oficial de 1859 tenía oficialmente un grifo dorado que parecía un dragón.
  En 2004 la corporación municipal adoptó un logotipo basado en el escudo de la villa, en línea de color azul claro, que es utilizado en los documentos internos y de comunicación externa.
  El primer nombre documentado es el que tuvo en época andalusí, مجريط Maǧrīţ (AFI [maʤriːtˁ]), que dio en castellano antiguo Magerit [maʤeˈɾit]), sobre cuyo origen se han formulado a lo largo de la historia multitud de hipótesis.
  La teoría más extendida hasta tiempos recientes era la del arabista Jaime Oliver Asín, quien afirmó en 1959 que Maŷriţ o Maǧrīţ (ŷ y ǧ son dos formas de representar el mismo sonido), deriva de maǧra, que significa «cauce» o lecho de un río, a la que se añadió el sufijo romance -it, del latín -etum que indica abundancia (los híbridos árabe-romance fueron frecuentes en al-Ándalus). En un primer momento, Oliver Asín afirmó sin embargo que el nombre actual de Madrid no procede de Maǧrīţ sino del romance mozárabe, Matrice, pronunciado Matrich con el significado de «matriz» o «fuente». Los dos topónimos, árabe y romance, según la hipótesis inicial de Oliver, coexistieron en el tiempo y eran utilizados por sendas poblaciones, musulmana y cristiana, que vivían respectivamente en los actuales cerros de la Almudena y las Vistillas, separados por un arroyo que discurría por la actual calle de Segovia, que es el que da origen a ambos nombres. Oliver fue más allá, afirmando que de estas dos poblaciones procede la denominación popular «Los Madriles», en plural, que se le da a la ciudad. Sin embargo, poco después Oliver se desdijo de esta teoría del nombre doble y afirmó simplemente que el nombre de Madrid procede del árabe Maǧrīţ. El lingüista Joan Coromines propuso en 1960 una teoría alternativa, apuntando que Maǧrīţ no es en realidad más que la arabización fonética de Matrich, con metátesis de ǧ y ţ y no tiene por qué relacionarse con la palabra árabe maǧra, posibilidad que ya apuntó Oliver Asín pero que descartó por razones no exclusivamente lingüísticas. Esta teoría la desarrolló más adelante el arabista y lingüista Federico Corriente y es la más extendida en la actualidad.
  Los orígenes de la ciudad son objeto de revisión tras los recientes hallazgos, en su perímetro más antiguo, de enterramientos visigodos así como de restos que se remontan a los carpetanos o periodo prerromano. Las excavaciones arqueológicas en el término municipal también arrojan restos romanos en diferentes distritos de la ciudad moderna, atribuyéndose al Madrid romano, y en base a los restos encontrados durante las obras de soterramiento de la autopista M-30, una localización a orillas del río Manzanares en el área de influencia del Puente de Segovia, en el entorno hoy ocupado por el Parque de Atenas, la parte baja de la Calle de Segovia y el Paseo de la Virgen del Puerto. El Madrid romano no se situaría por tanto en el posterior enclave en altura del periodo visigodo para situarse en el valle del Manzanares, a escasos metros de donde se documentan los referidos restos visigodos, en la colina formada por los actuales Palacio Real y Catedral. Estos recientes hallazgos de época visigoda han venido a confirmar las teorías de varios autores que sostuvieron que el posterior asentamiento fortificado musulmán de Maǧrīţ (del siglo IX) se había asentado sobre un vicus visigodo del siglo VII llamado Matrice o matriz, arroyo. (AFI [maʤriːtˁ]),
  No sería hasta el siglo XI que Madrid es incorporado a la Corona de Castilla, tras su conquista (o reconquista, si tenemos en cuenta el pasado visigodo) por Alfonso VI de León y Castilla en 1083. Es a partir de ese momento cuando Madrid comienza un proceso lento pero constante de crecimiento en extensión, población e influencia, que abarca todo el periodo medieval (alta y baja Edad Media) hasta situarse a fines del siglo XV como una de las principales ciudades de Castilla. Resultado de este proceso de crecimiento, entre otras razones, sería su designación como sede de la Corte por Felipe II en 1561, convirtiéndose en la primera capital permanente de la monarquía española. Desde ese mismo año de 1561 Madrid experimentó un crecimiento exponencial en tamaño y población, alcanzando a finales del siglo XIX más de medio millón de habitantes sobre el suelo de la ciudad consolidada (ciudad antigua más Ensanche). Madrid, por tanto, ha sido desde el Renacimiento (siglo XVI) y hasta la actualidad, capital de España y sede del Gobierno y la Administración del Estado, salvo un breve intervalo de tiempo entre los años de 1601 y 1606 en los que la capitalidad pasó temporalmente a Valladolid así como durante la Guerra Civil, cuando el Gobierno se trasladó primero a Valencia y después a Barcelona.





















































4 comentarios:

  1. Imagens lindas! Obrigada pela partilha de tão belas imagens


    feliz domingo,beijo e uma óptima semana

    Carla Granja

    http://paixoes-encantos.blogs.sapo.pt/

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  2. Hola!! Muchas gracias por tu visita y comentario!!! Granada, es preciosa. Creo que ese bar, sigue estándo, aunque no te lo puedo decir con mucha certeza porque hace tiempo que no salgo por allí. Ahora vivo en Sevilla, y estoy más desconectada de Granada. Las fotos de Madrid, son preciosas. Me encanta el Madrid de los Austrias, es una pasada. Un beso fuerte y feliz día! Muak!

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  3. Hola:
    Muchas gracias por la visita y que te guste el blog.
    Saludos

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